Fue hace exactamente 8 años, el 9 de julio de 2007, cuando durante una gélida jornada, se produjo el inédito fenómeno, tras 89 años. Capitalinos y bonaerenses disfrutaron del histórico acontecimiento, que cubrió de blanco a las ciudades.
El 9 de julio de 2007 no fue un día como cualquier otro o por lo menos hacía años que no se veía una jornada tan atípica. Es que después de 89 años la ciudad de Buenos Aires se vestía de blanco, pero no de gala, sino de blanco por la nieve que los sorprendidos porteños apreciaban como caía desde el cielo.
Fue como si la ciudad hubiera quedado atrapada dentro de una de esas bolas de cristal en las que nieva cuando se las da vuelta. Se trató de una jornada inusual para los ojos atribulados de quienes nunca habían visto caer nieve que tapizara las principales arterias de la ciudad de Buenos Aires. Una nevada inexplicable e inesperada cayó sobre Buenos Aires y transformó la ciudad, al igual que el ánimo de los porteños, que, incrédulos, salieron a las calles a comprobar si realmente esos copos eran nieve.
Incluso, algunos hasta se atrevieron a juntarla de a pequeños montones y se animaron a confeccionar los habituales muñecos, que tanto habían visto en las películas norteamericanas. También, formar bolas blancas y declarar guerra de nieve a hermanos y amigos.
Como consecuencia de tratarse de un día feriado, la gente tuvo tiempo para salir a jugar con la nieve. Cuando comenzó a hacerse de noche, las plazas se llenaron de personas que miraban hacia el cielo con los brazos extendidos y registraban la histórica jornada a través de fotografías. No había dudas que se habían asegurado, no sólo a través de las imágenes, una historia para poder contarles a sus nietos.
La primera nevada llegó cerca del mediodía. Pero en la calle la gente tenía sus dudas, ‘es como nieve’, decían, aunque las dudas persistían porque los copitos tenían apenas forma de pelusa y se deshacían apenas tomaban contacto con el asfalto.
A media tarde, luego de un día de intenso tiritar, el Servicio Meteorológico Nacional confirmó, en su parte para Capital y alrededores, algo inusual para los oídos: ‘Nublado con nevadas’. La temperatura era de 2,6º y la sensación térmica era de 1,2º bajo cero. A los pocos minutos ya nevaba en Buenos Aires.
Sin embargo, los historiadores hicieron hincapié en que era la tercera vez que ocurría un fenómeno de tal magnitud en la ciudad de Buenos Aires. La primera tuvo lugar en el año 1912 y la segunda fue en 1918, ocasión en la que incluso hubo un volumen de nieve acumulada mucho mayor que el registrado aquel 9 de julio de 2007.